Jacques Louis David
Posted on | martes, 27 de diciembre de 2011 | No Comments
Jacques-Louis David
(París, Francia, 30 de agosto de 1748 – Bruselas, Bélgica, 29 de
diciembre de 1825) fue un pintor francés de bastante influencia en el
estilo neoclásico. Buscó la inspiración en los modelos escultóricos y
mitológicos griegos, basándose en su austeridad y severidad, algo que
cuadraba con el clima moral de los últimos años del antiguo régimen.
Más tarde David llegó a ser un activo
participante en la Revolución francesa así como amigo de Maximilien de
Robespierre; en realidad fue el líder de las artes bajo la República
Francesa. Encarcelado tras la caída de Robespierre del poder, más tarde
se alineó con el advenimiento de otro régimen político, el de Napoleón
Bonaparte. Fue en esta época cuando desarrolló su ‘Estilo Imperio’,
notable por el uso de colores cálidos al estilo veneciano. Entre sus
numerosos alumnos cabe destacar a Antoine-Jean Gros, Anne-Louis Girodet
de Roucy-Triosson y el más conocido de todos: Jean Auguste Dominique
Ingres. Esto le hizo ser el pintor más influyente del arte Francés del
siglo XIX, especialmente en las pinturas académicas.
Primeros años
Jacques-Louis David nació en el seno de una próspera familia en París, el 30 de agosto de 1748. A la edad
de nueve años, su padre fue asesinado en
un duelo y su madre lo dejó bajo el cuidado de sus tíos François Buron y
Jacques-François Desmaisons que eran unos prósperos arquitectos. Ellos
se aseguraron de que recibiera una excelente educación en el Colegio de
las Cuatro Naciones, pero Jacques-Louis David no fue nunca un buen
estudiante: durante las clases cubría sus libros con dibujos. Pronto
manifestó su deseo de ser pintor, pero el deseo de su madre y sus tíos
era que fuera arquitecto. Finalmente venció los recelos de sus
familiares y fue al taller de François Boucher, máxima figura de la
época, así como pariente lejano de David. Boucher, en sus inicios pintor
Rococó, se encontraba en un periodo más clásico de su pintura. Boucher
decidió que en vez de enseñar personalmente a David, podría enviarle
bajo el tutelaje de su amigo Joseph-Marie Vien que había adoptado gustos
clásicos frente al Rococó imperante. Allí David asistió a la Real
Academia de Pintura y Escultura, situada en lo que hoy es el Louvre.
David intentó ganar el Premio de Roma,
cuatro veces entre 1770 y 1774, que consistía en una beca para una
estancia de cuatro años en la Academia Francesa en Roma. Una de ellas,
de acuerdo a la leyenda, lo perdió porque no había consultado a Vien,
uno de los jueces que otorgaba el premio. Otra, porque otros estudiantes
habían estado compitiendo durante años y Vien pensó que la educación de
David podía esperar, no así la de estos otros pintores mediocres. En
protesta, David se puso en huelga de hambre. Al quinto intento, en 1774
David lo gana finalmente. Lo más usual en este caso, es que David
hubiera asistido a otra academia antes de ir a la Academia en Roma, pero
la influencia de Vien le permitió ir directamente a Roma en 1775,
cuando Vien fue nombrado director de la Academia de Francia en Roma.
Ya en Italia, David pudo acceder de
primera mano a las obras maestras y a las ruinas de la antigua Roma.
David llenó multitud de cuadernos con numeroso material que utilizaría
durante el resto de su vida. Se reunió con el influyente pintor
neoclásico Rafael Mengs y a través de él, se introdujo en las teorías
pioneras del historiador de arte Johann Joachim Winckelmann. Durante su
estancia en Roma, estudió a los grandes maestros, siendo su preferido
Rafael. En 1779, David pudo visitar las ruinas de Pompeya donde quedó
impresionado acompañado por el escultor François Marie Suzanne. A partir
de este momento, decidió “revolucionar” el mundo de la pintura al
aplicar los principios “eternos” del clasicismo.
Primeras obras
Los compañeros de David en la Academia
encontraron difícil relacionarse con él, pero reconocieron su genio.
Permitieron a David que se quedara en la Academia Francesa en Roma
durante un año más, pero después de cinco años en Roma, regresó a París.
Allí, encontró a gente que influyera por él, y le hicieron miembro de
la Academia Real. Envió a la academia dos pinturas, incluyéndose ambas
en el Salón de 1781, un gran honor. Fue alabado por pintores
contemporáneos, pero la administración de la Academia Real era hostil a
esta estrella naciente. Después del Salón, el Rey le permitió alojarse
en el Louvre, un privilegio antiguo y muy deseado de los grandes
artistas. Cuando el contratista de los edificios reales, M. Pecol,
estaba haciendo los oportunos arreglos con David, le pidió que se casara
con su hija, Marguerite Charlotte. Este matrimonio proporcionó a David
dinero y, con el tiempo, cuatro hijos. David tenía alumnos propios,
entre 40 y 50, y el gobierno le encargó que pintase Horacio defendido por su padre,
pero Jacques pronto decidió: «Sólo en Roma puedo pintar romanos». Su
suegro le proporcionó el dinero que necesitaba para el viaje, y David
marchó a Roma con su esposa y tres de sus estudiantes, uno de los
cuales, Jean-Germain Drouais, era el ganador del Premio de Roma de ese
año.
En Roma, David pintó su famoso Juramento de los Horacios. Los temas y motivos se reiterarían en obras posteriores El juramento del Juego de Pelota y la Distribución de las Águilas. Mientras en el Juramento de los Horacios y El juramento del Juego de Pelota se enfatiza la importancia del auto-sacrificio masculino por el propio país y por patriotismo, la Distribución de las Águilas hablaría del auto-sacrificio por el emperador (Napoleón) y la importancia de la gloria obtenida en el campo de batalla.
En 1787, David no se convirtió en el
Director de la Academia Francesa en Roma, una posición que deseaba
ardientemente. El Conde encargado del nombramiento dijo que David era
demasiado joven, pero dijo que le apoyaría dentro de 6 a 12 años. Esta
situación sería una de las muchas que hicieron que arremetiera contra la
Academia en años futuros.
Para el salón de 1787, David exhibió su famosa Muerte de Sócrates.
«Condenado a muerte, Sócrates, fuerte, calmado y en paz, discute la
inmortalidad del alma. Rodeado por Critón, sus amigos lamentándose y
estudiantes, está enseñando, filosofando, y de hecho, agradeciendo al
Dios de la Salud, Asclepio, por la infusión de cicuta que le aseguraría
una muerte pacífica… La esposa de Sócrates puede verse lamentándose sola
fuera de la habitación, despedida por su debilidad. Platón (que no
estaba presente cuando murió Sócrates) está representado como un anciano
sentado al final de la cama.» Los críticos compararon el Sócrates con
la bóveda de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel y las Estancias de
Rafael, y uno, después de diez visitas al Salón, lo describió como
«perfecto en todos los sentidos». Denis Diderot dijo que parecía que lo
había copiado de algún antiguo bajorrelieve. La pintura estaba muy en la
ola del clima político de la época.
Como siguiente pintura, David ejecutó Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus hijos.
La obra resultaba muy atractiva para la época. Antes de la apertura del
Salón, había comenzado la Revolución francesa. Se había establecido la
Asamblea Nacional y había caído la Bastilla. La corte real no quería
propaganda agitando al pueblo, así que había que comprobar todas las
obras antes de que se colgaran. Algunos retratos de gente famosa se
prohibieron, como el de un químico que resultaba ser miembro de un
partido que no gozaba de favor. Cuando los periódicos relataron que el
gobierno no había permitido que se mostrara Los lictores llevan a Bruto el cuerpo de sus hijos,
el pueblo se encolerizó, y los realistas cedieron. El cuadro se colgó
en la exposición, protegido por estudiantes de arte. La pintura
representa a Lucio Junio Bruto, el líder romano, lamentándose por sus
hijos. Los hijos de Bruto habían intentado derrocar al gobierno y
restaurar la monarquía, así que el padre ordenó su muerte para mantener
la república. Así, Bruto resultaba ser el heroico defensor de la
república, aunque le costase su propia familia. A la derecha, la madre
sostiene a sus dos hijas, y la abuela se ve en el extremo derecho,
angustiada. Bruto se sienta a la izquierda, solo, melancólico, pero
sabiendo que lo que ha hecho es lo mejor para su país. Toda la pintura
era un símbolo republicano, y obviamente tuvo un inmenso significado en
estos tiempos en Francia.
Exilio
Después de que los Borbones regresaran al
poder, David se encontró en la lista de proscritos por revolucionarios y
bonapartistas, pues había votado a favor de la ejecución de Luis XVI y
probablemente tuvo algo que ver con la muerte de Luis XVII. El nuevo rey
borbón, Luis XVIII, sin embargo, le amnistió e incluso le ofreció un
cargo como pintor de corte. David rechazó su oferta, prefiriendo en
lugar de ello exiliarse en Bruselas, Bélgica. Allí, pintó Amor y Psique
(1817) y vivió hasta sus últimos días tranquilamente con su esposa, con
la que se había vuelto a casar. Durante este tiempo, se dedicó
principalmente a cuadros a escala menor de escenas mitológicas y
retratos de bruselenses y emigrados napoleónicos, como El general Gérard (1816).
Su última gran obra, Marte desarmado por Venus y las Gracias lo empezó en 1822 y lo acabó el año anterior a su muerte. «David quería superarse una vez más. En diciembre de 1823, escribió:
El tema se tomó de la mitología griega…
David fue fiel a la leyenda… El colorido es traslúcido y perlado, como
una pintura sobre porcelana.»
La pintura se mostró primero en Bruselas y
luego fue enviada a París, donde los que habían sido alumnos de David
acudieron en gran número a ver la pintura. Los expositores lograron un
beneficio neto de 13.000 francos, lo que significa que hubo más de
10.000 visitantes, un número muy elevado para la época.
Cuando David salía del teatro, fue
golpeado por un carruaje y murió más tarde de deformaciones en el
corazón, el 29 de diciembre de 1825. Después de su muerte, algunos de
sus retratos se vendieron en subasta en París, por precios muy bajos. Su
famoso lienzo de Marat se mostraba en una sala especial retirada, para
no enfurecer al público. No se permitió que el cuerpo de David regresara
a Francia, a pesar de las peticiones de su familia, por la intervención
que David tuvo en la ejecución de Luis XVI y por lo tanto fue enterrado
en Bruselas, pero su corazón fue llevado a Père Lachaise, París.
La consagración de Napoleón y la coronación de Josefina, (1806).

Category:
Actualidad,
Argentina,
Arte,
Cultura,
dibujos,
fotografías,
mundo,
Obras de Arte,
Pensamiento,
Pintura,
Pinturas,
Sin Categoria,
Surrealismo
Comments
Categories
- Actualidad (27)
- Argentina (32)
- Art (34)
- Arte (37)
- Cultura (34)
- dibujos (35)
- fotografías (34)
- mundo (36)
- Obras de Arte (28)
- Pensamiento (34)
- Pintura (30)
- Pinturas (33)
- Sin Categoria (31)
- Surrealismo (30)
- urielArte (30)
- Varios (30)
- Vida (35)
Archives
- diciembre (44)
Leave a Reply